líquido la tormenta
y vienen fantasmas
nacidos del lecho
de barro soplando
turbios delirios
que doblan las ramas

ahora del mar
tornados y el tufo
de bocas erráticas
de verdes alientos
que explotan los vidrios
de la casa en proa
vigía del abismo
Entonces fantasmas
que abren distancias
y noches más largas
que leguas marinas
y el viento que empuja
y llega hasta el último
rincón de los pulmones
el río se alza
cual monstruo lechoso
con voz de sirena
llamando...
...y un tiempo que vive
detrás de mis ojos
de ver entre la espuma
los cantos rodados
y algunos caracoles.