¿Y si
la vida
también fuera
las
veinticuatros horas de felicidad
en el hilo
dorado de un paquete de cigarrillos,
un trébol
de cuatro hojas,
despétalos
de una margarita,
la estrella
fugaz que corta la noche
esquivarle
al diecisiete,
levantar
herraduras de la calle,
tres pasos
hacia atrás
de un gato
negro que se cruza
no romper el
perfecto triángulo de una escalera,
vestirse de
amarillo un lunes
algo nuevo,
algo usado,
algo azul,
algo prestado.
doce pasas a
las doce,
vuelta a la
manzana con valija,
una mariposa
en las pirámides,
la flor en
la ventana de las ruinas.
encontrarte
por la calle en la tarde,
o en un bar
a las dos de la mañana?
¿Y si la
vida también fuera magia?
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